Bill Gates cree que la pandemia terminará en marzo de 2022

Este señor no es médico, ni es infectólogo, es solamente una persona inmensamente rica, uno de los hombres más ricos del mundo, su fortuna es una obscenidad, y de la mano con el trabajo de la pseudo-fundación Bill y Melinda Gates, tiene acceso a información privilegiada acerca de la pandemia. Tiene a sus pies una legión de trabajadores, y su empresa - Microsoft Corporation - tiene acceso a la información personal de millones de personas. Tiene todas las herramientas que se necesitan para poder hacer proyecciones de calidad; por esa razón a nadie le extraña que este señor esté haciendo anuncios de este tipo desde hace tiempo.
Imagínate, si Jules Gabriel Verne, simplemente un escritor, pudo predecir con elegante exactitud cómo sería un viaje a la Luna, cuánto duraría y otros detalles, ¿por qué un hombre con la información en sus manos no podría decir un par de cosas sobre el futuro de la humanidad? La gente piensa en Gates como si fuera el Haround del cuento de Asimov; pero no, es un hombre mortal con muchos privilegios, nada más.

 

1. Sí hay información privilegiada sobre la COVID, de hecho que TODOS los días hay información privilegiada sobre todas las cosas que pasan en el mundo (siempre hubo).

2. Cuando decimos «privilegiada» no estamos hablando de que sea información que tenga Washington almacenada en un edificio súper secreto de máxima seguridad a la que solamente tienen acceso los amigos de Soros y tanta otra conspiración; cuando hablamos de información privilegiada, desde luego que hablamos de información producida gracias a los privilegios que tienen los ricos, información que de otra manera solamente tendría el gobierno, los ricos la pueden conseguir a través de sus grandes corporaciones y supuestas organizaciones filantrópicas, y no es casualidad que la mayoría de ellas sean -justamente- corporaciones de TI, que por su tipo de trabajo tienen acceso a nuestros metadatos, e incluso a nuestra información que de muy buena gana ponemos en sus manos; así de sencillo: no se trata de información que se nos oculta, se trata de información que ellos pueden observar porque tienen los recursos y contactos para recolectarla (los especialistas que les dan la consultoría y asistencia técnica que les permite recolectar esa información eficazmente están a su alcance porque siempre trabajan entre el gobierno y los intereses de la corporación a través de la llamada puerta giratoria); y en eso consiste su privilegio.

3. El hecho de que exista información privilegiada (premisa A) que le permita a uno de sus propietarios darle fecha aproximada de finalización a la pandemia (premisa B) no quiere decir necesariamente que la pandemia haya sido provocada deliberadamente (premisa C), eso sería un despropósito: A⇒B ∴C. No tendría conexión lógica afirmarlo sin antes haberlo discutido (luego veremos a ese punto). Actualmente existen tres teorías posibles (origen darvinista completamente natural, fuga de laboratorio, y uso deliberado), de las cuales solamente las dos primeras tienen suficiente evidencia y factibilidad como para ser puestas sobre el tapete; y cada vez hay más evidencias que apuntan al Laboratorio de Virología de Wuhan, aunque lamentablemente no hay nada concluyente aún.

4. ¿Crees tú que nadie se cuestiona esto, especialmente en la generación del bicentenario? Claro que sí, muchas personas lo cuestionan y lo ponen sobre el tapete, a pesar de todo lo que está sucediendo hoy en día. Todo empezó cuando los gobiernos de Occidente no hicieron absolutamente nada por frenar la panemia en su fase temprana, el único gobierno que hizo algo fue el de Tonga, y míralo hasta ahora no habían tenido COVID (hasta que el Tsunami lamentablemente los obligó a recibir personal extranjero), pero el resto del mundo se sentó a esperar a que venga el virus para recién hacer algo. Entonces, empezaron los cuestionamientos a los gobiernos, y la administración Trump no estuvo exenta de tales cuestionamientos, y ¿qué hizo Trump? Creó un hombre de paja para distraer la atención, para ehcarle la culpa a otros de su ineficiencia, y lo hizo tan estúpidamente que sepultó definitivamente esos cuestionamientos como teorías conspiracionistas a las que nadie quería mirar por vergüenza ajena, ésa actitud estúpida de Trump es la que sepultó inicialmente los cuestionamientos. Luego, apareció Mark con su gestapo del pensamiento en Facebook (los llamados fact checkers) que dirigen la batuta de las discusiones en facebook, y que censuran a quienes dicen absolutamente cualquier cosa que se separe de su narrativa oficial. Entonces, no es que no nos cuestionemos, es que ellos quieren aparentar que no lo hacemos, porque la verdad apunta a que la posible fuga del VIW a la que apuntan los reflectores hoy, implica la participación ilegal de Fauci, y quién sabe cuántos otros funcionarios, de los CDC de EEUU en el financiamiento de experimentos de ganancia de función, que al momento en que comenzó la pandemia estaban en moratoria. Claro, la corporación tiene que encubrirlo, como dije antes, por el efecto de la puerta giratoria, ya que eso le permitirá ganar favores y privilegios en lo futuro. Pero sí que lo cuestionamos, aunque no parezca por tanta propaganda.

Así que estos son los puntos claves: sí existe información privilegiada, no hubo un origen intencional deliberado, y sí lo cuestionamos a pesar de todo. Lo que hay que darse cuenta es que hace años, décadas, que la democracia no funciona, quizás nació disfuncional, pero la realidad es que está enferma, hoy más que nunca, en otras palabras:

 

Pues, tu razonamiento es un poco extraño. El poseedor de una información privilegiada tan delicada como la relativa a la pandemia, que en efecto la tenía antes de la pandemia gracias a la pseudo-fundación Bill & Melinda Gates, puede saber cuándo acabará sin necesidad de que haya sido provocada. Nuevamente, gracias a sus empresas de TI, analizar toda esa información (big data) le permite realizar proyecciones, predicciones y cálculos con estrecho margen de error. Inclusive, Bill cruza los brazos un par de segundos y ya ahorró lo suficiente para adquirir procesadores TPN que le permitan montar un análisis con inteligencia artificial para obtener modelos de mucha mayor precisión que cualquier otra persona. Ese privilegio le permite lograr algo: el control de sus inversiones, y la maximización de sus ganancias. No en vano la fundación de Bill es la mayor «donante» de vacunas, sino que a cambio de sus limosnas, nos han obligado a aceptar que las patentes sean conservadas para evitar competencia que afecte sus ganancias. Esas ganancias, maximizadas por esta información privilegiada, están detrás de todo, no en vano Bill Gates tiene importantes inversiones en la industria farmacéutica (y he ahí otra fuente de información privilegiada).
No existe una intención de: oigan chicos, mañana quiero que me suelten un virus que vaya a durar un par de años, y luego me lo vuelven a guardar. Eso no es lo que está pasando ahora, a menos que el SARS-CoV-2 sea un virus quimérico, cosa que hasta hoy no ha sido demostrada por nadie, y la evidencia histórica del desarrollo de la pandemia no lo apoya (ya hubiera perdido totalmente su capacidad infectiva, y hubiera desaparecido sin más aquelarres). Aquí lo que existe es una intención de controlar la información para que sepan cuánto dinero meter en qué, y cuándo meterlo, a fin de maximizar las utilidades. Es sobre el dinero, y es sobre el poder.

 

No era necesario ninguna pandemia para crear esa necesidad. El esquema de los visitadores médicos y los atractivos incentivos a los médicos eran más que suficientes.
Por ejemplo, no sé si lo sabías, pero hace más de 10 años la OMS viene promoviendo la lactancia materna, y justo poco antes de la pandemia, en la última Asamblea mundial de la salud (el órgano de control de la OMS) se quedó en un acuerdo mundial por promover la lactancia materna, y los países que la suscribían se comprometían a desarrollar campañas gubernamentales orientadas a informar que ninguna leche de fórmula es mejor que la leche materna. Fue EEUU quien se negó a firmarlo, la FDA no solamente se negó a hacerlo, sino que varios de los asistentes denunciaron luego que habían sido presionados por los diplomáticos estadounidenses para que no firmen. Ahí ves el poder de la industria farmacéutica.
Pero, nuevamente, una panemia no es necesaria para crear esa necesidad de productos farmacéuticos, desde el mismo momento que tomas innecesariamente un panadol para la gripe, o un antipirético para bajar la fiebre (que en realidad es beneficiosa para el paciente), o un mucolítico para el resfriado (cuando justamente necesitas abundante producción de mocos para expulsar la infección), o un antitusivo (cuando justamente necesitas toser para expectorar), o te automedicas una «inyección», o un antibiótico (cuando la enfermedad es viral y sabes que no le hará nada). La gente, sola, sin necesidad de nada, le entrega dinero a las farmacéuticas por productos innecesarios. A veces sí es necesario, pero nunca en la medida que la gente, sin necesidad de ninguna pandemia, está acostumbrada a tomar, y cuando el médico les dice que no necesitan tomar nada, igual van a la farmacia y se compran algo.