El uso excesivo de nuestros celulares (y las redes sociales de Facebook) puede ocasionar dependencia y, en días de caídas del servicio, provocar consecuencias graves en la salud. Es necesario que se desarrollen programas educativos desde edades tempranas que apuesten por un uso racional de los dispositivos móviles | Fuente: Unsplash Durante los últimos años el uso del teléfono móvil ha ido creciendo de manera exponencial, especialmente tras la eclosión de los dispositivos inteligentes. Estos se han convertido en nuestros compañeros de bolsillo (y de vida) que nos acompañan allá donde vayamos. Sin embargo, un uso excesivo y no racional puede ocasionar problemas de dependencia, adicción y miedo. La nomofobia (non-mobile-phone-phobia) puede entenderse como un miedo o ansiedad extrema de carácter irracional que se origina cuando la persona permanece durante un período de tiempo sin poder usar su teléfono móvil. Bien por no tenerlo al alcance o bien por haber agotado la batería, plan de datos o imposibilidad de conectarse a una red wifi. ¿Cuáles son las causas de la nomofobia? En la actualidad, la hipótesis más extendida para analizar este problema propone que el miedo puede ocurrir por cuatro factores principales: imposibilidad para comunicarse con otros, pérdida de conexión, incapacidad de acceder a la información y renuncia a la comodidad. A modo de ejemplo, un comportamiento nomofóbico sería el de una persona que se ha olvidado su teléfono en casa al salir a la calle y, al darse cuenta, comienza a agobiarse, sentir miedo o paralización. Si la razón es que no puede comunicarse instantáneamente con otros o no saber si alguien está intentando comunicarse con él o ella, deberá analizar si se trata de un comportamiento relacionado con la nomofobia. También puede ocurrir por no poder consultar al instante las distintas notificaciones que envían a través de aplicaciones que tenemos instaladas en el dispositivo. A diferencia de la dependencia, la nomofobia puede concebirse como un miedo más extremo que termina por entorpecer y dificultar la vida diaria de la persona, especialmente cuando no puede hacer uso instantáneo del móvil. Existen varios estudios que muestran que un porcentaje significativo de personas procedentes de diferentes colectivos (estudiantes de distintas etapas educativas preuniversitarias, magisterio, enfermería, médicos, etc.) padecen este problema. En una revisión de estudios reciente se muestra que la nomofobia afecta negativamente a la personalidad del individuo, la autoestima, la ansiedad, el estrés y el rendimiento académico. Además, puede generar otros problemas de salud física y mental. ¿Quién es más susceptible de padecer nomofobia? Hay varias variables que pueden ser predictoras de nomofobia y que se han utilizado en este reciente estudio. Entre ellas destacan la sensibilidad interpersonal, el comportamiento obsesivo compulsivo y la cantidad de horas diarias dedicadas a usar el teléfono móvil. Por otro lado, la edad (es especialmente frecuente en los adolescentes) y los malos hábitos de vida, como una peor dieta o el sacrificio de horas de sueño, son factores que también inciden en el desarrollo de esta fobia. Se precisa de mayor investigación que estudie este fenómeno. Pero ya se ha situado como una de las patologías más comunes que han nacido tras la revolución digital de los últimos tiempos. Consecuencias del miedo a no tener móvil La investigación actual demuestra que padecer este problema puede conllevar sufrir otras circunstancias derivadas. Por ejemplo, tener unos peores hábitos alimenticios, una disminución del tiempo de descanso, aislamiento social, menor rendimiento tanto en los estudios como en el trabajo y mayor distracción. También puede dar lugar a de determinados problemas de salud. Por ejemplo, se podría desarrollar el síndrome del túnel carpiano (presión excesiva en el nervio mediano de la muñeca que permite la sensibilidad y el movimiento a partes de la mano). Pero también otras afecciones mentales como la fobia social, hiperactividad o depresión. Para evitar que este problema afecte a nuestro bienestar físico y mental es necesario que se desarrollen programas educativos desde edades tempranas que apuesten por un uso racional de los dispositivos móviles. Ello implica la necesidad de implementar una adecuada competencia digital y una conciencia crítica respecto al uso de las tecnologías de la información y la comunicación. A su vez, es recomendable que la persona en cuestión haga un autoanálisis del tiempo diario que dedica a usar su teléfono móvil. En esta reflexión también deberían evaluarse las finalidades de su utilización, analizando, de esta manera, su comportamiento al respecto. A partir de la autoconciencia, el sujeto puede decidir si necesita realizar ajustes en el tiempo que dedica a su móvil. Y, llegado el caso, si precisa ayuda de terceras personas. Por tanto, si piensa que su vida diaria se ve afectada por el tipo de uso que hace de su teléfono y ello le está acarreando problemas, es posible que tenga una dependencia de este dispositivo que podría derivar en nomofobia si no se pone solución a la situación. Antonio-Manuel Rodríguez-García, Profesor Ayudante Doctor (Didáctica y Organización Escolar), Universidad de Granada https://rpp.pe/tecnologia/redes-soc...no-tener-el-movil-ni-whatsapp-noticia-1361166
yo le tengo miedo al ''nointernetfobia'' osea quedarme sin internet internet es mi unico vicio pero yo no soy un fan de las redes sociales
La verdad es que nos han hecho dependientes del Internet, todo se hace a través de el, no era antes asi... todo empezó con la pandemia...
Muchos no se dan cuenta de cuánta libertad se goza desde que se inventaron los teléfonos celulares. Aún recuerdo cuando los telèfonos eran conectados con cables y tenía que apurarme en llegar a casa para ver si mi hembra me había estado llamando y si me dejó mensaje. Eso era esclavitud. El problema de una dependencia excesiva del teléfono celular con internet también lo ha causado el gobierno y las empresas particulares. En donde yo vivo casi no hay tiendas que vendan artìculos necesarios como electrònicos, ropa y màs. Y éstos sólo se pueden conseguir en esas mismas tiendas pero comprándolas en línea (por internet). Lo mismo, cada vez es más difícil conseguir música y pelìculas en las tiendas, y uno depende más de los teléfonos, tabletas y laptops para verlas. La municipalidad de mi ciudad ya no manda notificaciones por correo convencional sino por correo electrònico únicamente. Yo no recibo nada de ellos porque nunca les dí el mìo e inclusive ni el telèfono les he dado para que me manden mensajes de texto. Mientras el gobierno tenga menos información personal tuya es cuando mejor te va a ir. En mi opinión el gobierno está obligado a mandar las notificaciones a la direcciòn física de cada residente del cual no tengan su informaciòn telefònica ni de correo electrònico, pero usan la excusa que hay que evitar el uso de papel para no tumbar más árboles. Puras tonterías. Los usuarios se vuelven dependientes en parte porque tanto las empresas como los gobiernos los hacen dependientes. Aquí ya no se puede pagar la renovaciòn de una licencia de enfermera o electricista ni en persona ni por correo sino solamente por internet. Cada vez te hacen más dependiente de tales medios de comunicación. Y esto no lo toman en cuenta los "expertos" cuando escriben sus artìculos. No hay duda que a ellos el mundo digital también los ha vuelto distraídos y no pueden ver a los otros culpables detrás de tal nomofobia.