El polémico escote de la primera ministra finlandesa que ha iniciado un movimiento feminista en las redes Sanna Marin, ha sido objeto de múltiples calificaciones machistas tras posar para una revista con un profundo escote. Decenas de usuarias bajo el hashtag #imwithsanna han reivindicado el derecho a no ser criticadas por la vestimenta. La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, ha sido objeto de múltiples ataques y calificaciones machistas tras posar para una revista con un profundo escote. Marin, que es la líder más joven del país, fue fotografiada para la revista de moda finlandesa Trendi, a la que concedió una entrevista en la que cuenta cómo ha vivido su mandato al frente del país en plena pandemia. No obstante, lejos de ser calificada por su gestión del coronavirus (considerada como una de las mejores del mundo) o por sus declaraciones en la entrevista, la primera ministra ha recibido duras críticas de algunas personas que han considerado inapropiada su vestimenta en las fotografías. Es una de las luchas constantes de las mujeres que se dedican a la política. A diferencia de sus homólogos masculinos, las mujeres sufren diariamente una serie de descalificaciones basadas únicamente en su aspecto físico o vestimenta. En defensa de la ministra se han unido decenas de usuarios y usuarias que, bajo el hashtag #imwithsanna (estoy con Sanna), han reivindicado el derecho a no ser criticada por la vestimenta o la profundidad del escote, llegando incluso a compartir fotografías de ellas mismas con un atuendo similar. "¡Necesitamos ser solidarios para evitar que el cuerpo avergüence a las mujeres!", asevera una usuaria en Twitter, haciendo un llamamiento a compartir imágenes similares en solidaridad con Marin. La editora jefe de la revista, Mari Karsikas, también ha salido en su defensa. "El alboroto ha mostrado claramente que lo que se ve en las imágenes dice mucho sobre el espectador. Muchos no vieron el busto en absoluto. Vieron a Sanna Marin vestida con un traje de pantalón negro de moda. Otros miraron la foto y vieron cómo la profesionalidad, la inteligencia y el saber hacer van unidos a la ropa y quizás a cuánto cubran la piel". Fuente: 20 minutos
El problema creo es que no lleva sujetador y las empresas de lencería han agitado las redes anónimamente con la escusa del escote . Una ministra joven o madura son personas públicas y muchas mujeres las imitan en el vestir o son referentes , las empresas de lencería no les conviene una moda generalizada donde el sujetador sobra .
Se arañan por las puras, casi no tiene nada que mostrar. Delantera e inteligencia son inversamente proporcionales. Debería ser diferente, para alegría de los hombres