Advertencia: Esta historia no es cierta. Solo esta basada en hechos reales que no pasaron de la forma en que estan relatados. Solo son producto de mi afiebrada imaginación. Ya que estaba libre ese jueves y advirtiendo que tenía una pelucasa al estilo de "Pedro el escamoso", me di un baño después del almuerzo y salí en busca de una peluquería a cortarme el cabello. Caminando por las calles cercanas a un centro comercial advertí un local donde atendían tres señoritas venezolanas que a esa hora, ya pasada la una, estaban desocupadas viendo la TV. -Buenas tardes señorita, ¿Cuanto por el corte? -Xx soles, me respondió quien estaba mas cerca mirándome con expectativa. Las otras dos no se dieron por aludidas. -¿Puedes cortarme ahora? ¿Están desocupadas? -volví a preguntar para confirmar su interés por trabajar. En ese momento las otras dos chicas dejaron de atender la TV -¡Claro! Pase y siéntese aquí, me dijo otra chica. Me senté en un sillón de cuero y me quité la mascarilla, el protector facial y los anteojos frente a un espejo que mostraba sin atenuantes mis rasgos peruanos. La chica que se disponía a atenderme era una venezolana de piel blanca y cabello rubio, no muy alta pero voluptuosa. A través del impermeable que la cubría desde el cuello hasta las rodillas se podía apreciar un pecho robusto y firme y unas caderas anchas que tensaban la resistencia de su atuendo. Sus rasgos eran fuertes, quizás de ascendencia alemana, tal vez noruega, pero su mirada era tierna y su dulce voz tenía acento venezolano. Se había bajado toda la mascarilla y colgaba de su cuello como un pañuelo. ¿Como quiere que le corte el cabello? - me pregunto solicita detrás de mí, mirándome por el espejo mientras me colocaba el mandil. Le devolví la mirada y le dije -Hazme el corte de Christian Cueva. -¿Y quien ejese? - Preguntó confundida otra de las chicas, ella era una joven de piel blanca y cara redonda como la luna, su cabello negro estaba suelto, tenía la mascarilla puesta y sus cejas gruesas y bien dibujadas eran el marco perfecto para unos ojos azabaches curiosos y vivaces. -¿No conocen al futbolista? Volví a insistir -No -Córtenme pegado a los costados y déjenme un poco de cabello parado en la punta. La última chica que vestía un impermeable rosado y que llevaba una cola de caballo detrás de la cabeza dijo. -Busca Christian Cueva en tu celular, Mayra, ahí lo ves mejor. -La chica rubia cogió su celular y después de unos segundos de deslizar su dedo en la pantalla encontró lo que buscaba. -Este es un corte degradé, desde los costados hacia arriba. Pero el pelo del futbolista esta parado.... -No te preocupes porque cuando me cortes el cabello en la corona, solito se va a parar porque soy trinchudo. -Las tres se rieron., -La verdad es que recién este año me han salido canas en los costados y no me gusta. Prefiero tener las canas arriba, se me ven mejor. -¿Y porqué no se tiñe el cabello? -Bueno, no lo quiero decir así tan feo pero...eso es para gays. Otra vez las chicas volvieron a reírse, entonces aclare. -Prefiero estar pelado antes que teñirme las canas. Mayra, que así se llamaba la venezolana rubia comenzó a pasar con pericia la máquina de cortar eléctrica por los costados. Mientras miraba por el espejo le iba indicando que partes quería que vaya achicando. Ella me dijo -Su pelo es trinchudo, es un pelo peligroso - a continuación me puso unos ganchitos para apretar mi cabello y por un momento parecía un perro Shiatzu con su moño en la cabeza. -Mira como esta quedando- dijo otra de las chicas. Ahora las dos habían volteado para mirarme en el espejo sonrientes y yo les devolvía un intento de aplacar una sonrisa. Será que las amanecidas foreando hasta los dos de la madrugada hicieron efecto en ese momento o quizás fueron las suaves manos de Mayra que recorrían mi cabeza y rozaban mi cara mientras cavaba con la máquina pero sentí una ensoñación y mis ojos se empezaron a cerrar de sueño y cuando desperté las otras dos chicas estaban observándome insistentes desde atrás. -Mira que tal cambio -Sí, ¡Ha rejuvenecido veinte años! Mayra me sonreía orgullosa de su trabajo. -Me ha quedado bien, de todos los cortes este es el que mas me favorece. -Ahora solo falta afeitarte. -Ok, tómate tu tiempo. Me puse de pie y realmente había quedado muy bien. Era un buen trabajo. -Te acuerdas como llegó, mira como esta ahora. -Bueno ¿Cuanto era, Xx verdad? -¿Estas apurado?- Sonrió la chica de la cola de caballo. -No la verdad que no. Mas bien creo que voy a regresar, me han tratado muy bien. ¿Tienen una tarjeta para no olvidarme de ustedes? Mayra abrió un cajón de su mesa de trabajo y sacó una tarjeta que decía Centro de Estética. -Si claro, toma. -Por si acaso - dije sonriente, medio en broma, medio en serio- si hay alguna interesada...puedo salir con alguna de ustedes que esté soltera. Estoy libre como el viento. Nadie me espera en casa. Sonreí feliz como si estuviera actuando en un circo. Me había botado como agua sucia, para mi sorpresa, la respuesta que me dieron era la que buscaba -Pues Mayra esta soltera, ¿No Mayra? Mayra había enrojecido un poco. -¿En serio? ¿Que dices? ¿Que podemos perder? - yo estaba en plan broma total - Podemos ir a pasear, comer algo, pasarla bien. No sabemos que pasará mañana. No tiene nada de malo salir a disfrutar un poco. Mayra no sabía donde meter la cabeza. Yo me estaba engolosinando mirándola de arriba a abajo. -Toma mi tarjeta -le dije- aquí esta mi número...y... ¿Me darías tu número para llamarte mañana, y ver si el sábado se puede hacer algo, ¿No cierto? ¿Cual es tu numero? -Apunta, 9$%&/($#" Ella parecía mas preocupada por lo que decían sus amigas. -A ver, espérame un momento para agregarte a mi lista. Bueno, pensé, si todo sale bien, tendré unos tres meses de sana diversión y a diferencia de Christian Cueva, yo si voy a anotar el penal pero de chalaca.
oliver.jpg Este tema debería ir a humor y curiosidades, pero (para salvarlo) creo que mejor iría aquí: https://www.forosperu.net/temas/escribes-publicalo-aqui-p.27507/pagina-157
Nadie dice borrarlo, sino moverlo. Revisa ese tema, hay varios escritos parecidos al tuyo ahí. ¡Saludos!
el relato es aburrido y predecible, lo peor es que llego como 3 años tarde, ya el tema de venezolanas a a nadie le importa...
Las venezolanas de las barberias juegan su pelota cuestion que sepas pulsearlas, pero nunca pero nunca le des billete a una venezolana es como darle coca a un adicto. Una vez pecas de sano te agarran de gil hasta dejarte misio.