Peor imposible, por Patricia del Río Si una mujer falla, las otras sentimos que nos falló a todas, que nos cerró una puerta que empezaba a abrirse, que nos hace la ruta más complicada. Si una mujer se equivoca o comete un delito, los hombres, o por lo menos ciertos hombres, arrastran su cabeza como trofeo, gritan a los cuatro vientos que es una inepta, ríen satisfechos aplacando su miedo a ser desplazados. Keiko Fujimori se fue 36 meses a prisión preventiva y hasta el último minuto se le criticó porque se reía o porque se tomaba una foto con las policías que la escoltaban, o porque estaba gorda. Es casi ocioso hacer un recuento de las burlas que ha tenido que padecer Nadine Heredia, linchada por la opinión pública con un odio furibundo que no ha recibido su marido. El aluvión de improperios que recibe Susana Villarán es asfixiante, si cada caracter de hoy corresponde a una pedrada de la antigüedad, créanme que nuestra capacidad de lapidar mujeres no ha hecho más que sofisticarse. Lourdes Flores carga lo suyo, aunque en su caso la agresión consiste generalmente en ningunearla, poco falta para que la acusen de no calificar ni para corrupta. ¿Son las mujeres menos deshonestas que los hombres? No, por favor, permítannos ser malas, hasta en eso debemos reclamar igualdad. Lo que es desproporcionado y ha empeorado últimamente es el ensañamiento con que se juzga a las mujeres por los mismos delitos que puedan haber cometido sus colegas hombres. La peor parte de esta corriente, que va empeorando, es que las críticas, que suelen tener altísimo contenido discriminatorio y sexista, se extiende a todas las mujeres del entorno de la que falló, como si la corrupción fuera un asunto de género por el que tenemos que responder todas. No son épocas fáciles estas de la lucha por la igualdad. Estamos tan sorprendidos todos con el nuevo rol de la mujer en el mundo que no somos capaces de procesar con calma y sin prejuicios sus éxitos ni sus fracasos. Y no solo los hombres responden agresivamente a este nuevo orden en el que están ellos también tratando de encontrar su espacio, sino que muchas veces somos las propias mujeres las que denigramos con comentarios sexistas y horrendos a nuestras congéneres. Imposible no mirar a estas lideresas que estaban encargadas de abrir el paso en la vida política con decepción, cierta desazón, hasta con cólera. Tenemos todo el derecho de ser duras y juzgarlas por sus condenables comportamientos y delitos. Pero dejemos de tratar los errores y faltas de los hombres como actos individuales y los de las mujeres como actos colectivos. Y sobre todo, no permitamos nosotras, que una mujer sea siempre “ladrona y ****”, “corrupta y fea”, “mentirosa y gorda inútil”, “estafadora y bruta”. Reclamemos que se nos juzgue por nuestros actos, permítannos responder por nuestras acciones. Critíquennos con los mismos argumentos y armas con los que se les critica a los hombres. No pedimos más… ni menos. https://elcomercio.pe/opinion/rinco...anicfb&utm_campaign=villaran-fujimori-heredia
Sus enemigos no la atacan por mujer sino por ser de otra orientación política. Lo mismo con Keiko Fujimori y Nadine Heredia. Ninguna fue solo por ser mujer.
que alguien le cuente la lluvia de insultos que también han recibido, fujimori, alan, donaire y y demás políticos hombres cuando se les descubrió la cochambre XD cuando no las femininazis tirando agua para su molino XD
Asu mare qué enferma que está esa estriptisera que ve machismo en todos lados. Si las personas que menciona fueran hombres, se les insultaría igual o incluso peor.
Por qué será que recién con Vaga comienzan estas reflexiones... A Keiko le dicen de todo hace años, con el beneplácito de todos estos mermeleros (varones y mujeres da igual). La femiloca ahora recién se solidariza con la odiada Keiko, pero de refilón nomás. La consigna es apañar a la corrupta Vaga. Cuál será el motivo principal... porque es blanca, porque es caviar, porque es proterruca, porque todos esos mermeperiodistas han cobrado de la megacorrupción de la MML...
Entonces Alan QEPD era mujer, porque nadie como el para ser juzgado de corrupto, sinvergüenza, rata yvadi al infinito. Esta loca esa tía, no sabe que escribir para defender a la vaga y corrupta
Justo cuando comienzan a meter presos a los corruptos del fascismo, del progresismo y del liberalismo de izquierda comienzan sus chupamedias a chamullar de "la injusticia de la detención preventiva", "el machismo recalcitrante" y otras tonterías del mismo tipo. Al final por gusto lloran: ahora que ya no tienen sometido a ningún poder del Estado sólo les queda chillar de impotencia en las redes sociales y en algún lugar donde haya alguien que no sepa la historia reciente del Perú. Por eso vamos a estar felices. Los miserables que tanto daño le hicieron al Perú no tienen escapatoria. Saludos.